Desde mi reciente experiencia como madre debo decir que, aunque las flores y los bombones (por favor, en cajas de 1kg o superior, que la lactancia da un hambre que no veas) siempre son bienvenidos, hay otros regalos que pueden ayudarnos a sobrellevar con más calidad de vida nuestro nuevo estado, y son:
– una tablet: no tiene que ser necesariamente un iPad, pero si eres el novio-marido-padredelacriatura estírate un poco, que las hay por poco más de 100 leuros, y con ellas podremos sobrellevar las aburridas horas de las tomas nocturnas, mientras nos desvelamos con el churumbel enganchado a la teta y con vuestros ronquidos de fondo dándonos envidia, recordándonos que antes del parto las noches eran 8h seguidas de sueño…
– un jamón pata negra: después de 9 meses sin embutido, a cualquier mujer se le saltarán las lágrimas de la alegría (excepto a las vegetarianas). Especificar claramente en la tarjetita del regalo que es sólo para la madre. Para que pueda catarlo el padre debe cambiar por lo menos 5 pañales diarios, y si no ya sabes dónde está la mortadela.
– un bono de masajes: sin spa, que todavía no se puede hasta dentro de un tiempo, pero para los masajes no hay contraindicaciones, y la espalda lo agradece, después de 9 meses con el bebé en la tripa ahora hay que cargarlo en brazos…
– un cojín de lactancia: con él harán falta menos masajes, te quita un peso de encima mientras das el pecho, y yo he aprendido a colocar al bebé de forma que me deja libres las 2 manos (puedo comer sentada a la mesa mientrasdoy el pecho al bebé colocado sobre el cojín).
Y atención, el regalo estrella para los que estén cortos de pasta:
– id a visitarla y limpiadle la cocina y los baños: sin palabras, jamás lo olvidará.
Llevar regalitos al recién nacido es todo un detalle, pero el bebé no se entera y no lo puede agradecer, así que mi «desinteresado» consejo es que le regaléis cosas a la madre, le estáis ayudando a prevenir la depresión post-parto.
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Este post ha sido escrito desde una tablet (gracias papás, que haría sin vosotros) mientras una bebé de 2 meses y medio tomaba el pecho.
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Si de todas formas vais a regalar al bebé, hacedlo con gusto, regalad una lámina chula para su habitación.
Desvaríos de una (por fin) arquitecta en apuros 